Una manera muy acertada de mantener alejadas las lesiones de nuestra vida es por medio de la descarga muscular que se logra por medio de un masaje deportivo dado por un profesional.
Debemos tener claro que mientras cumplimos un programa deportivo solemos llevar a nuestro cuerpo al máximo, por lo cual debemos tenerlo funcionando en las mejores condiciones para que no se lesione.
El masaje deportivo se da con un objetivo físico específico, para ayudar a prevenir lesiones o a veces si ya existe alguna se da para ayudar a curar, esto dentro de un programa terapéutico, está diseñado alargar los tejidos de los músculos y mejorar el flujo sanguíneo así como el flujo de nutrientes y la eliminación de productos de desecho.
A parte de prevenir lesiones el masaje también ayudará a recuperarse de las demandas a las que se ha sometido al cuerpo durante el entrenamiento.
Con el ejercicio continuo y fuerte, los músculos pueden perder su capacidad para relajarse y se vuelven más cortos y más rígidos. Los músculos crónicamente tensos pierden su flexibilidad y esto nos hace más susceptibles a las lesiones.
Un músculo que ha perdido su flexibilidad, puede fácilmente tirarse o desgarrarse además de que causa dolor, si un músculo está tenso el flujo de sangre es menor, por esto el estiramiento y calentamiento así como el masaje deportivo tienen grandes beneficios, al mejorar también el rango de movimiento, el tiempo de recuperación es menor y esto a su vez permite que tengamos la ejecución de un mejor programa de entrenamiento.
El flujo sanguíneo se ve mejorado a través de todo el cuerpo lo que optimiza el suministro de oxígeno y nutrientes por todas partes, dilatando las venas y reduciendo la presión arterial, el tejido conectivo entre los músculos se mejora generando una mejor elasticidad. Otros factores que se ven beneficiados son el rendimiento y la resistencia.
Los beneficios del masaje deportivo son acumulativos, con la terapia de masaje repetitiva se verá una diferencia en su rendimiento y en la tasa de recuperación.