Para responder a esta pregunta voy a iniciar con una historia que viví hace unos años atrás mientras me encontraba nadando en un evento de aguas abiertas en nuestra costa pacífica y luego de esto pienso que tú mismo te darás respuesta.

Este evento al que hago mención es uno de los más populares y bonitos de mi país, Costa Rica, está muy bien organizado, lleva una trayectoria de más de 26 años de realizarse en forma consecutiva. Tanto me gusta este evento que participé durante 10 años consecutivos en la pruebas de 3000 metros y luego en otra adicional que incluyó la organización, una que se hace al nadar de una playa a otra; la prueba del 3000 se realiza en sábado y la prueba del cruce en domingo, razón por la cual muchos pasan una noche en este paraíso, otros solo van por el día nadan el primer evento y retornan a sus casas.

Adicionalmente es la prueba que le recomiendo a alguien en mi país que desee iniciarse en la natación de aguas abiertas, ya que aparte de todo lo descrito anteriormente, el ambiente es muy pero muy alegre, lleno de energía, motivación así como de adrenalina de esa que te hace sentir vivo, me refiero a la prueba de aguas abierta de Punta Leona que organiza la Academia de Natación Guppys.

En una de la ocasiones, mientras nadaba la distancia de 3000 metros, escuché un silbido proveniente de un instrumento como de esos que usan los árbitros de fútbol, esto era algo nuevo por lo cual me asusté y no sabía si se trataba de una indicación de algunos de los kayaks para que me detuviera, en mis adentros pensé «la verdad que ya no falta nada para terminar así que voy a seguir como lo he hecho siempre», cuando llegué a la playa pregunté por este silbido y fue ahí en donde me dijeron que se trataba de la manera en que se estaba guiando a un nadador no vidente para que pudiera completar la misma prueba que yo estaba recién terminando.
Ahora bien este nadador no vidente pudo haberse preguntado ¿será que soy demasiado ciego para pensar en nadar en el mar? O también pudo haberse dicho ¿será que soy muy viejo para pensar en aprender a nadar?, ¿seré muy gordo o muy flaco para nadar en el mar?, ¿seré esto o seré lo otro?, la respuesta es al final muy personal, cada ser posee opciones sin límite para decidir hasta dónde desea o no desea explorarse, sin embargo mi respuesta personal es: “no eres demasiado viejo para nada en tu vida”, ni para aprender a nadar, ni para terminar una carrera, ni para dejar de ir a ese lugar que siempre soñaste, ni para dejar de vivir por otros, ni para para ser tu mismo y hacer lo que realmente te llena y te permite bendecir a otros.

Así que la respuesta es tuya para cada incógnita que tengas no busques afuera busca dentro de ti.
He escrito estos libros para ti para que logres alcanzar:
CUERPO FUERTE-MENTE FUERTE-ESPÍRITU FUERTE
MENTE FUERTE
ESPÍRITU FUERTE
