Toca cita con mi madre la conversación en el camino es la siguiente:-me llamó Haydee me dice- Haydee es una amiga de mi mamá, es una amistad de esas puras, ha sido perdurable por 44 años, ella era la enfermera que llegó a dar el curso prenatal a las mujeres latinas embarazadas en un centro para extranjeros en los Estados Unidos, mi mamá era una de esas junto con mi tía Apolonia, Haydee llamaba como siempre para saludar y conversar con mi madre, en este caso dentro de la conversación le pidió la receta para hacerle olla de carne a unos sobrinos de Guanacaste que la visitan en Estados Unidos Haydeé salió premiada porque mi madre también le dio la receta de unas de mis comidas favoritas, el estofado con carne de res y gallina; por ahora mejor pasemos al deporte porque de solo pensar ya me dio hambre.
Mi primera participación en un evento de ciclismo de ruta fue en Liberia Guanacaste, elegí los eventos de la Vuelta Guanacasteca porque la topografía y clima son muy parecidos a los del evento de distancia larga que había programado realizar en diciembre en Cozumel, México, de hecho me daría cuenta luego que hasta en el viento se parecerían mucho ya que ambos lugares concordaban en este aspecto.
Estando en la línea de salida notaba detalles como las medias, los triatletas usualmente no usamos medias, lo ciclistas puros de ruta sí, notaba también los cuerpos un poco mas delgados que los de los triatletas y sobre todo después notaría el ritmo de pedaleo que en mi caso después de los primeros 200 metros ya iba rezagada, de hecho un joven como a los 300 metros me daba porras y me decía que pedaleara rápido que apenas estaba a 500 metros el pelotón, claro él no sabia que desde los primeros 200 metros ya habían marcado la diferencia.
Por ser enero el viento era realmente voraz, atroz, fuerte, las ráfagas lo querían botar a uno de la bicicleta y en bajada había que estar en extremo concentrado y bien agarrado para evitar perder el equilibrio, yo decidí que como era mi primer evento iría a mi ritmo el que marcaba mi frecuencia cardíaca según las mediciones del profesor. Los participantes eran realmente pocos y habían de todo tipo, señores un poco con sobre peso, jóvenes y otros mayores, también hombres y una minoría de mujeres. Para este evento seleccioné una licra que me quedaba muy tallada y recuerdo que me causó un dolor de espalda, ya para el final del evento el dolor era bien fuerte, también nunca anduve bien hidratada pues la asistencia era escasa, las subidas eran sumamente fuertes recuerdo que apenas lograba mover lo pedales pues entre la subida y el viento era un reto duro de superar, los vecinos de cada pueblo salían a darnos porras y aliento especialmente a los que nos veíamos con menos energías, lo que más me gustaba era cuando alguien rociaba agua con una manguera, esa sensación es maravillosa, ya que con ese calor tan fuerte la caida de gua en la piel realmente llega.
A penas puede terminar casi llegué de ultima creo que no fue así por solo por un par de personas que llegaron después, cuando llegué ya estaban premiando, escuché el nombre de¨ lico Ramírez¨.
Esta experiencia me hizo darme cuenta que debía ponerle mucha atención a detalles como la hidratación, seleccionar ropa apropiada, alimentación, ya que esta distancia era de 70 kilómetros y la del Ironman sería de 180, 110 kilómetros.
Este fue el evento con el que abrí mi preparación para el Ironman, no digo que no me sintiera un poco mal por terminar casi de ultima pero por lo menos cumplí con mi objetivo de observar detalles que debía ir corrigiendo para dentro de 11 meses estar en la línea de salida en México.
En mi próximo contacto les contaré de la segunda fecha de la Vuelta Guanacasteca, en este caso la salida sería de Bagaces.