Corriendo entre manteles largos / Moonrun 2009 Ulta, media y maratón
El Moonrun es una de las carreras que nunca hubiera llegado a realizar, ni si quiera considerado, si no hubiera sido por mi presencia en los ¨Chirunners¨ este es el tipo de carreras que se respiran en el alma de principio a fin y más que por la carrera por la unión de grupo y todo lo que implica la preparación para un evento así.
Para el momento de este evento se encontraba entrenando con nosotros en el equipo mi amiga del alma Alejandra Zeledón, ella fue junto con su madre las personas que me acompañaron en este evento, es y será uno de esos recuerdos que se atesoran para siempre en el corazón.
El evento constaba de 3 distancias la ultramaratón que eran 80km me parece, la maratón y la media maratón de 21km, todas la distancias se realizaban en recorrido variado que incluía calle, montaña, playa, río, piedra y corales, recuerdo que para este evento tuve que cambiar de tenis para unas que se adaptaran a todo tipo de terreno.
El evento se realizó en el mes de julio del 2009 se supone que coincidía con la luna llena con el fin de que hubiera una sintonía con el nombre del evento, la salida de la ultramaratón fue la primera ya que por la distancia a recorrer la organización determinó un tiempo prudencial para que todos fuéramos terminando a una hora similar.
La media maratón salió a las 4:30 pm la cantidad de participantes no era mucha para cada uno de los eventos sin embargo la mayoría, incluyéndome íbamos a correr la media maratón. Poco después de la salida casi que vino la noche, así como el internamiento en la montaña que fue algo maravilloso, yo llevaba dos focos delanteros y una luz roja intermitente en la parte trasera además de reflectivos, es decir quería realmente ser visible y también quería poder ver lo mejor posible en la oscuridad, por esas cosas de la vida durante el recorrido de la montaña se armó un grupo de unas 5 personas que íbamos a un mismo ritmo, dentro de ese grupo iba yo y una compañera corredora de los ¨Chirunners¨, cuando ya llevábamos unas dos horas corriendo, internados en la montaña, con solo nuestras propias luces para guiarnos recuerdo que la compañera se sentó y se puso a llorar y decía que ya no podía seguir más, los otros corredores siguieron pero yo no pude dejarla sola así que la animé a seguir, una vez confortada se levantó y le dije acá vamos a marcar un ritmo hasta que salgamos de la montaña a la carretera y así lo hicimos, fue una gran alegría cuando vimos la autopista y ya me sentí con la conciencia tranquila para seguir a mi paso ya que ahí las condiciones eran mucho mejores para ella.
La marcación así como la asistencia fue realmente mala, no fue suficiente, el señalamiento fue pésimo, íbamos corriendo sobre la arena y no teníamos idea para dónde dirigirnos así que como palomas nocturnas seguimos las únicas luces que se veían en la playa, pensábamos conforme nos acercábamos y veíamos un toldo que era un puesto de asistencia de la organización, por lo cual corríamos con muchas ganas para llegar a tomar agua, hidratante y comer algo, cuando llegamos a las dichosas luces nuestra sorpresa fue que no tenían que ver nada con la organización sino que mas bien se trataba de una boda que se estaba realizando en la playa, fue así como terminamos corriendo entre manteles largos, copas de vino y bocadillos, ambas partes tanto corredores como invitados de la boda nos mirábamos con tremenda extrañeza, este es el tipo de anécdota que uno valora al máximo en cada una de estas aventuras.
Me llevó unas 4 horas con 30 minutos completar este evento de 21 km lo cual refleja que fue realmente duro y que al final se recorrió muy probablemente mucha más distancia, luego supe que la organización estaba muy preocupada pues los corredores de al ultra se habían perdido y algunos después de muchas horas habían decidido retirarse.
Yo por mi lado estuve muy contenta pues completé el evento, ayudé a una compañera, corrí en medio de una boda y sobre todo, en la línea de meta estaba mi amiga Alejandra esperándome.
Fue así como hice muchas carreras con los ¨Chirunners¨ las cuales disfruté montones, al cabo de un año el profesor Alvaro María me empezó hablar de realizar una maratón, en mi próxima publicación les contaré lo que aconteció luego de su propuesta.






