Como les escribí en la última entrada, luego de años de practicar la natación tanto en el mar, como en la piscina corta y larga, sentí el deseo de hacer algo diferente, para ese momento mi compañero y amigo Luis Diego Quesada me estaba motivando para que hiciera un triatlón, después de un buen tiempo de él insistirme en hacerlo, decidí que debía intentarlo.
Quedamos una mañana antes del trabajo en vernos en el parque de La Sabana en San José, él me iba a acompañar a correr, llegamos muy temprano, empezamos a trotar y sentía que el corazón se me salía por la boca, cualquiera hubiera pensado incluyéndome, que por la condición que ya tenía para la natación dar el paso para correr iba a ser muy sencillo, ahí me di cuenta de lo equivocada que estaba; realmente el cuerpo trabaja en forma muy distinta, no es lo mismo, empezando por el hecho de que en el agua la ausencia de gravedad hace que tu peso no sea un factor de gran importancia, además, el impacto en las piernas y cuerpo es mucho más agresivo al correr que al nadar, para correr se utilizan músculos muy grandes, de hecho, los más grandes del cuerpo que son los de las piernas, que consecuentemente consumen una gran cantidad de oxígeno, en resumen mi primer intento fue una agonía de inicio a fin, sin embargo, a pesar de esta experiencia seguí intentando salir a correr un par de veces a la semana y poco a poco fui logrando sentirme algo mejor, no mucho, pero algo mejor, también salía a andar en bicicleta, una montañera que tenía para ir tomando condición en la bici, todo esto lo hacía sola sin ninguna asesoría, fue así como llegó el momento en que Luis Diego me dijo: ¨se acerca la fecha de uno de los triatlones más bonitos de Costa Rica, el triatlón del Coco¨. Me dijo que ese era un evento muy popular y bien organizado que valía la pena que lo seleccionara para mi debut, así que, me inscribí para el evento más corto posible, que era la distancia sprint en donde se nadan 750mts, se recorren 20 km en bicicleta y se realizan 5 kilómetros de atletismo.
Llegó la fecha del evento, llevaba en mente los consejos de mi amigo Diego, mi entrenamiento hechizo y lo mejor, la compañía de amigos que me apoyaba y por su puesto mi hermana; uno de mis amigos era Diego Hidalgo que siempre estuvo brindándome asistencia, apoyo y sobre todo mucha alegría con sus ocurrencias, otro amigo era Alexander quien iba a realizar la distancia olímpica (natación 1500 mts, bicicleta 40 km y atletismo 10 km) yo lo admiraba mucho y también él me dio consejos.
Para todo este tipo de eventos hay que levantarse bien temprano, el mismo día del evento hay que ir a dejar los implementos en el área de transición 1 o sea el área en donde se deja la bicicleta, la hidratación, los lentes oscuros para la bici y el atletismo, el número que te da la organización del evento el cual debes portar siempre para la bici y el atletismo, se deja el casco, los zapatos de ciclismo, las tenis de correr, las medias si las vas a usar, los geles para la bicicleta entre otros implementos que pueden variar el participante. Algunos llevan globos inflados con helio para colocar en su espacio y cuando salen del agua identificar rápidamente en medio de tantas bicicletas la propia, lo malo es cuando a varios se les ocurre hacer esto, quedan igual que como no se hubiera colocado el globo, perdidos; en mi caso, usé una alfombrita bien colorida con flores para saber cuál era mi área de transición de la natación al ciclismo. Luego que se deja todo, se debe de esperar la hora de salida, en este triatlón la natación se realiza en lo que para mi concepto es una piscina marina ya que el agua es muy calmada así es Playa Panamá; la pedaleada sí es mucho más fuerte no solo por el calor sino también por la topografía que recién saliendo del agua te recibe una gran pendiente de esas que suben el ritmo cardiaco al punto de querer uno literalmente vomitar; mi principal regla siempre cuando compito es que nunca hay que detenerse ya que el detenerse afecta mucho emocionalmente, así que para este evento apliqué esa regla.
La natación tal y como describí fue maravillosa un placer en cada brazada, pero después vendría lo bueno, yo nunca había practicado transiciones esto es acostumbrar al cuerpo a pasar de una postura horizontal que es la que se lleva cuando uno nada a una vertical, cuando se sale del agua y no solo eso sino que hay que salir corriendo, buscar el área de ciclismo y luego colocarse todos los implementos anteriormente descritos, en mi caso todo iba muy bien hasta que vino la fase de correr para salir al ciclismo, ¡ay Dios! todo me daba vuelta en la cabeza y las piernas no respondían nada bien, sin embargo, aunque uno se sintiera como insecto fumigado procuré sacar la tarea, llegué a la bicicleta, me puse el casco, zapatos, tomé los geles y empecé a pedalear, ¡que dolor de piernas por Dios! levanté la mirada y venía la gran cuesta, juro que oía cada latido de mi corazón y eso me asustaba, saqué la tarea de la cuesta luego venían una serie de columpios (subidas y bajadas), una tranquila bajada, el plano y de regreso la topografía era la anteriormente descrita solo que invertida; cuando iba llegando la primera cuesta se convertía en una gran bajada con lo cual se desarrollaba mucha velocidad, al final de la cuesta había un cruce de 4 vías por lo cual no se podía ingresar con esa velocidad a ese cruce, en mi caso las manos me dolían de venir pegada al freno para tratar de bajar la velocidad, habían ocasiones en las que decía que no iba a lograr frenar, pero por dicha lo logré, para cuando venía la fase del atletismo ya me encontraba bien deteriorada, no sabía lo que me esperaba, cuando me bajé de esa bicicleta supe que apenas empezaba la tortura, para ese punto sí que me dolían las piernas, sin embargo mantuve la misión inicial, nunca parar aunque fuera lento yo seguía, recuerdo que todo el mundo me daba aliento especialmente mi hermana y Diego Hidalgo, se suponía que había que hacer un circuito creo que de 3 o 4 vueltas, yo de verdad que la iba sufriendo, después me contaron que la gente decía que yo iba como desorbitada y creo que tenían razón, me di mas cuenta de esto cuando al dar la primera vuelta no vi el punto de retorno y seguí hasta la meta claro todo el mundo aplaudía en especial mi hermana, decían: “¡qué mujer más fuerte es la primera en llegar!”, yo decía: “qué raro, por qué tanta emoción si apenas voy empezando a correr”; después del aplauso todo el mundo se quedó viendo como me devolvían para completar el resto de las vueltas, ahora me causa risa pero claro, en ese momento uno solo va por inercia, a pesar de todo esto nunca paré yo solo seguí, después de completar el circuito, llegué a la meta sintiéndome más cansada y destrozada que otra cosa, ya después computé el asunto de la llegada y me sentí muy contenta.
Luego de este evento hice 5 más por mi cuenta sin embargo, como vi que me iba tan mal corriendo decidí que debía enfocar más en este deporte, por lo cual decidí entrar a un grupo de atletismo para mejorar mi técnica y aprender más de lo que implicaba el atletismo, fue así como llegué al equipo de los Chirunners.
En mi próxima entrada les contaré como fue el estar en este equipo y el proceso que ahí viví.